Aunque este otoño haya sido muy templado, por no decir
caluroso, con la llegada de diciembre también parece que va a llegar la lluvia
y el frío, y con ello empezamos a poner la calefacción. El resultado de poner
esta instalación en marcha es que nuestras facturas empiezan a subir, y la
calefacción suele suponer hasta un 50% de la factura energética. En este
GureConsejo presentamos unas medidas, trucos y consejos para que el susto no
sea tan grande. Vamos a repasar todos los aspectos que influyen para hacer
nuestra instalación más eficiente.
1. Pequeños detalles. Lo primero que tenemos que tener en cuenta son
nuestros hábitos o pequeños detalles
dentro de nuestra vivienda que pueden hacer que el confort térmico sea más alto.
a. Aprovechamiento
de la luz solar. El método más antiguo y que siempre hemos tenido para calentarnos ha
sido el sol. Es una fuente de calor gratuita que si se sabe aprovechar
conseguiremos bajar la demanda energética de nuestra vivienda. De la misma
forma que tenemos que estar a la caza del rayo de sol durante el día, tenemos
que aprender a cerrar persianas y cortinas en el momento que el astro rey nos
abandona. Las ventanas son, a la vez, una fuente de calor durante el día y un
punto de fuga de calor durante la noche, por lo que hacer uso de ellas y de los
mecanismos de defensa que éstas tienen de forma correcta puede bajar nuestra
factura.
b. Un elemento que normalmente pasamos por alto y solo lo
consideramos como decorativo son las cortinas que también cumplen una función
térmica, haciendo que entre éstas y las ventanas se cree una cámara de aire que
hace de colchón para que la pérdida de calor no sea tan brusca. Dependiendo del
material que se use para elaborar las cortinas este efecto puede ser más
evidente. Hoy en día existen en el mercado cortinas especiales que aíslan de
forma muy eficiente.
Otro punto importante es la ventilación, dejar las ventanas abiertas
mientras la calefacción está puesta obviamente hace que se pierda mucho calor,
pero ventilar la vivienda es como respirar para nosotros: NECESARIO. Por lo
tanto cuando se vaya a ventilar tenemos que tener en cuenta que con 10 minutos
es suficiente.
c. No cubrir los radiadores. ¿Cuántas veces hemos oído esta recomendación? Por una parte los fabricantes nos lo
recuerdan por medio de todas las pegatinas, libros de instrucciones... Pero aún
así y teniendo en cuenta el clima en el que vivimos suele ser muy habitual encontrar
prendas que necesitamos de forma más inmediata sobre los mismos.
El
hecho de cubrirlos no solo dificulta la salida del calor de los radiadores o
estufas, sino que por ser prendas que están húmedas, cuando no están mojadas,
hacen que el material de los emisores de calor se deteriore.
d. ¿Qué ropa llevamos en casa? Lógicamente no vamos a ir con el plumífero puesto en
casa, pero tampoco podemos pretender estar en camiseta de tirantes dentro de
casa durante el periodo de más frío, esto hace que la demanda de calor sea
mayor y por lo tanto la demanda energética también, haciendo que las facturas
suban como la espuma.
Es un hecho que la sensación térmica que tenemos las mujeres y los
hombres es diferente por lo que llegar a un entendimiento entre quien se pone
el jersey o se lo quita puede evitar picos de consumo.
e. Uso de la habitación. Dentro de nuestra casa siempre hay habitaciones que se
usan menos, incluso dicen que existe gente que tiene habitaciones que no necesita
utilizar. En estos casos lo más recomendable es cerrar la puerta de esas
habitaciones y apagar los radiadores que están dentro. Con esto conseguimos
disminuir el volumen que hay que calefactar, por una parte, y por otra no
calentar una habitación en la que nadie va a exigir un nivel de confort. Justo
en el extremo opuesto estarían las habitaciones en las que pasamos más tiempo o
nos juntamos más personas, como pueden ser la cocina o el salón, para estos
espacios tenemos que tener en cuenta que las personas desprendemos calor, por
lo que cuando nos vayamos a juntar varías personas puede ser interesante bajar
uno o dos grados el termostato. Otro factor a tener en cuenta son los aparatos
o electrodomésticos que tenemos instalados en esa habitación, todos sabemos que
la cocina, plancha, horno u ordenadores son una fuente de calor muy potente.
f. Distribuciones eficientes. Que bonito es mirar por la ventana mientras llueve y
nosotros estamos dentro calentitos... pero después de 5 minutos mirando por la
ventana un escalofrío recorre nuestro cuerpo y nos movemos a una zona más
cálida de la casa. Con este sencillo ejemplo vemos que depende donde situemos
el mobiliario la sensación térmica varía, por ello un buen consejo es alejar
sofás, sillones, sillas y camas de las ventanas.
Otros elementos que nos pueden ayudar a tener una sensación térmica más
agradable son las alfombras, aparte de aislar el suelo térmicamente la
sensación cálida que nos dan al tacto ayudan mucho para encontrarnos más a
gusto.
2. Las instalaciones. Son la fuente de
calor, hay muchas variantes y variables, pero al fin y al cabo un buen
mantenimiento y cuidado pueden mejorar el rendimiento, haciéndolas más
efectivas y consecuentemente bajando el consumo. Os dejamos 4 consejos básicos
para controlar el consumo.
a. Termostato. La instalación de un termostato puede ser muy útil, no sólo
a la hora de regular la temperatura de una habitación, sino que también nos
puede ayudar a adecuar el encendido y apagado de la calefacción a nuestros horarios.
Gracias al termostato podemos mantener una temperatura mínima constante, entre
15 y 17 grados, y hacer que no haya picos de demanda. Nuestra recomendación es
tener la calefacción entre 19 y 21 grados durante el tiempo que estamos en casa
y mantenerla al mínimo durante el resto del tiempo.
b.
Mantenimiento. Que pereza nos da todos
los años purgar los radiadores... pero este gesto tan simple hace que las
burbujas de aire que hay dentro del sistema salgan y el líquido de los
radiadores fluya mejor y así se distribuye mejor el calor.
Si el sistema de calefacción que tenemos es de aire, es más que
recomendable limpiar bien todas las rejillas antes de poner en marcha el
sistema, y si lleva mucho tiempo apagado la limpieza de los conductos es recomendable.
De esta forma todas las impurezas que se hayan podido depositar se eliminan y
el aire fluye sin nada que le oponga resistencia.
El rendimiento de la caldera es un factor que hay que tener en cuenta
cuando el sistema de calefacción es individual, hay que ver en qué condiciones
está, esto es un dato que nos da la revisión anual de la caldera, de forma que
podemos evaluar si es la hora de cambiarla, ya que lo que vamos a invertir en
una nueva puede suponer el ahorro que hagamos en energía en tan solo un año!
c. Reflectores de calor. Tras un informe
publicado por la OCU se apunta a que el ahorro con estos elementos puede ser de
entre un 10 y un 20%, aun así hay que tener en cuenta que hay diferentes
opiniones en lo que a su utilización se refiere. Como consejo diríamos que se
instalaran en los radiadores que dan a una fachada y que se intentara mantener
la separación entre el radiador y la pared que marca el fabricante de
radiadores.
d. Nueva
instalación.
Como antes hemos comentado es muy importante saber cuál es el estado de nuestra
instalación, ya que el rendimiento que estamos obteniendo de ella puede estar
haciéndonos perder muchos vatios. Para esto es fundamental hacer un análisis de
qué es lo que estamos obteniendo, muy importante tener en cuenta los datos que
recibimos en la inspección de la instalación, y qué es lo que necesitamos. Más
adelante hablaremos en otro GureConsejo sobre este tema, pero tenemos que
considerar el tipo de energía que llega hasta nuestras casas, la instalación
actual y la que queremos instalar y por último pero no menos importante cuál va
a ser el emisor de calor que encaja con nuestras necesidades.
3. Aislamiento. En este tercer apartado vamos a hablar de métodos para
que nuestra vivienda esté mejor aislada, pero ojo, nunca debemos convertirla en
un búnker térmico, ya que puede generar otro tipo de problemas, tanto de salud
como para el edificio.
a.
¿Por dónde
se escapa el calor?Muchas veces al
ponernos junto a una puerta o ventana notamos como se nos eriza el vello, esto
se debe a que en esa puerta o ventana el aire se cuela por algún resquicio.
Este tipo de pérdidas puede suponer hasta un 40% de las pérdidas de calor de la
casa y para solucionarlo en la medida de lo posible con colocar unos BURLETES
es suficiente. Se trata de unas pequeñas almohadillas que se colocan en el
perímetro de la hoja de la puerta o la ventana.
b. Sustitución de ventanas. Hoy en día la oferta de ventanas es muy amplia,
incluso anualmente desde el Ente Vasco de la Energía, se abren plazos para
inscribirse para la obtención de ayudas por la sustitución de ventanas. Como
consejo os diríamos que si estáis pensando en llevar a cabo este tipo de mejora
barajéis todas las opciones que hay en el mercado: madera, PVC, metálicas,...
pero la rotura de puente térmico y el doble acristalamiento son un
"must" para estos elementos.
c. Aislamiento para la vivienda. El calor no sólo se escapa
por las ventanas, los techos y las paredes también son elementos por los que se
pierde calor. Para aislar los techos un procedimiento muy común suele ser
bajarlos. Para las paredes suele ser un poco más complicado, ya que si sólo
aislamos una vivienda dentro de un bloque tiene que ser desde el interior. Esto
se limitaría a viviendas de segunda mano, ya que las de nueva construcción
deberían de estar aisladas.
d. Aislamiento para el edificio. Un edificio mal aislado
necesita más energía para obtener el confort térmico. Si en la comunidad se
está planteando hacer alguna reforma en la fachada o la cubierta ver las
opciones que hay para aislarla es de gran interés, por una parte porque las
subvenciones que se obtienen suelen ser mayores y por otra, aunque el gasto
inicial sea mayor, el periodo de amortización de la inversión puede ser muy
bueno.
La clave siempre está en saber cuáles son las
necesidades que tenemos y el estado de nuestro inmueble y en función a ello
tomar las decisiones que sean necesarias, teniendo en cuenta que un buen
asesoramiento puede ser clave.