No queda mucho
para que termine el año y de comienzo el nuevo y por eso, el post de este mes
va enfocado a un tema que ha ido cobrando importancia en los últimos años, pero
que cobrará aún más durante el año que viene: la accesibilidad en los
edificios.
¿Y eso por
qué? Pues porque deberemos marcar en el calendario el 4 de diciembre de 2017
como fecha límite para que tanto los edificios como los espacios públicos
urbanizados cuenten obligatoriamente con accesos preparados para las personas con discapacidad, según el
Real Decreto Legislativo 1/2013, que aprueba la Ley General de Derechos de las
personas con discapacidad y de su inclusión social.
Debemos tener
en cuenta que el parque inmobiliario en el que vivimos es antiguo y un alto porcentaje de los edificios necesita
mejorar su accesibilidad. Por ello, es el momento de suprimir las barreras arquitectónicas
con las que ahora cuentan, es decir, acabar con los obstáculos físicos que
impiden a parte de la población poder acceder o moverse por un edificio.
Muchas veces,
cuando hablamos de dar soluciones o mejoras a la accesibilidad de nuestro edificio,
pensamos en la colocación de un ascensor como óptima y única solución. Sin
embargo, existen diferentes medidas para la supresión de estas barreras y desde
GureEra Arkitektura os vamos a contar un poco de cada una de ellas.
Ascensores y rampas accesibles
El ascensor va a ser siempre el medio preferente
para dar solución a la comunicación vertical de un edificio, mientras que
cuando hablamos de pequeños desniveles, se suele recurrir a las rampas
accesibles como medida óptima.
Sin embargo, tanto los ascensores como las rampas
están condicionados a las dimensiones con las que cuenta el edificio en sus
zonas comunes, así como a los elementos estructurales, por lo que su
instalación no siempre es posible.
Cuando hablamos de la colocación de un ascensor,
deberemos tener en cuenta en primer lugar si es posible colocarlo dentro de
nuestro edificio, bien en el hueco de escalera o en un lugar común a todas las
plantas. Si esto no fuera posible, se suele recurrir a espacios privados del
edificio con conexión a las zonas comunes, como puede ser un patio interior.
Con
respecto a las rampas, es importante tener en cuenta la longitud que tendrá, ya
que no podemos superar ciertas pendientes, a menos que seamos amantes de los
deportes de riesgo.
Plataformas elevadoras verticales
Este tipo de medida suele ser una buena
alternativa cuando la colocación de rampas no es posible. Su uso es apropiado
para salvar pequeños desniveles, no mayores a una planta, y donde no exista mucho
tráfico de personas, debido a sus menores prestaciones.
Plataformas salvaescaleras y sillas salvaescaleras
Cuando ninguno de los casos anteriores sea posible, la alternativa es
disponer de una plataforma salvaescaleras como medida de supresión de barreras
arquitectónicas. Esto suele ocurrir, en general, en espacios limitados donde no
hay cabida para una rampa y con tramos de escaleras de ancho reducido donde,
teniendo en cuenta las dimensiones mínimas para una plataforma vertical, el
ancho de escalera restante no cumpliría los pasos mínimos establecidos.
El hecho de colocar una plataforma salvaescaleras implica la ocupación
de parte de la escalera por dicho elemento, es decir, la ocupación de parte de
la vía de evacuación del edificio. Por ello, es imprescindible tener en cuenta
que la plataforma no entre en conflicto con las condiciones exigibles de
evacuación y uso de la escalera.
Por
otro lado, existen también las sillas salvaescaleras. La diferencia principal
entre las plataformas y las sillas salvaescaleras es que las primeras permiten
el uso de la silla de ruedas, mientras que las segundas no, por lo que este
tipo de medida es recomendada de cara a usos más domésticos, por ejemplo, en
viviendas unifamiliares.
Por último, os recordamos que existen diferentes subvenciones para la
mejora de accesibilidad en edificios, por lo que os dejamos el link donde
podréis echar un vistazo:
Como veis, existen muchas posibilidades para realizar mejoras en la accesibilidad de nuestros edificios y nuestro entorno. Si estáis pensando ello, no dudéis en contactar con un profesional, que os dará las pautas para poder obtener la mejor solución.