jueves, 13 de julio de 2017

GureConsejo: Home Staging

¿Qué es el Home Staging? (lit: poner en escena)

El Home Staging es una técnica de marketing inmobiliario en el que se ofrece un asesoramiento personalizado, eficacia y profesionalidad para hacer más rápida la venta o alquiler de un inmueble.

Por medio de esta técnica se pone el inmueble a punto, con un gasto mínimo y reutilizando los elementos de los que disponemos de forma creativa.


¿Cuáles son las ventajas?

1- Mejor posicionamiento del inmueble en función de su calidad.

2- Atrae a más clientes potenciales.

3- Crea una buena impresión.

4- Reduce el tiempo de negociación.

5- El precio de venta es mejor.

Una vez vistas cuales son las ventajas principales, os dejamos unas pequeñas recomendaciones con las que vosotros mismos podréis mejorar vuestro inmueble de cara a una venta o alquiler:

1- Buenas fotografías

Es imprescindible que las imágenes que se publiquen en el anuncio estén bien sacadas, es decir, que no se vean desenfocadas y que resalten las virtudes del inmueble que estamos presentando.

2-Despersonalización

Cuando presentamos nuestra casa o local, es muy importante que los compradores puedan apreciar el espacio pero que a su vez tengan la impresión de que es acogedor. Nunca hay que dejar una habitación sin preparar.

Lo primero que hay que hacer es quitar de en medio las cosas que ya no sirven, de manera que todo esté más ordenado, y por lo tanto, se vea mejor el espacio.

Es muy importante quitar todos los objetos personales, ya que el comprador potencial tiene que sentirse como en su propia casa, no en la del vendedor.

3- Funcionamiento correcto

En el momento en el que se pone el inmueble a punto, es tan importante que se vea bien como que funcione bien. Para ellos tenemos que asegurarnos que todos los aparatos, mecanismos y elementos se encuentran en buen estado, así como que no haya imperfecciones en techos y paredes, esto último se suele solucionar con una mano de pintura.



4-Iluminación

Una buena iluminación es fundamental a la hora de mostrar un espacio, ya que da más luminosidad y sensación de amplitud. Por eso, vamos a tratar que entre toda la luz natural posible, es decir, vamos a abrir todas las persianas y cortinas, o sustituir estas últimas si son muy opacas o si lo que hay al otro lado de la ventana no es muy atractivo.

En el caso de que la iluminación natural sea escasa (en invierno anochece pronto) debemos encender todas las luces del inmueble para conseguir esa sensación. Con este tema volvemos al punto 3: todas las bombillas e interruptores deben funcionar correctamente.



5- Colores Neutros

Siempre que se va a poner a la venta un inmueble es recomendable hacer un lavado de cara. Para ello, siempre es aconsejable pintar paredes y techos con colores neutros, ya que de esta manera no se está tan limitado con el mobiliario que se pretende colocar.

Nuestra recomendación es usar el blanco o un gris claro, ya que son colores que aportan limpieza y luminosidad a los espacios.

6- Mobiliario atemporal

En este tipo de intervenciones siempre se intenta que la inversión sea la mínima, por lo que se reutilizan los muebles con los que ya contamos, pero hay que tener mucho cuidado de dónde se sitúan y de qué tipo de mueble es. Un mueble antiguo y oscuro puede cambiar la percepción de una habitación por completo. Es por ello que dos de los métodos más utilizados sean el uso de fundas (para sofás, camas, cojines...) y la pintura blanca para los muebles oscuros.

Otro punto a tener en cuenta es que debemos de tratar de que los muebles que usamos sean lo más neutros posibles, es decir, dejar a un lado nuestros gustos personales y elegir muebles de líneas limpias y simples.

7- Limpieza

Sobra decir que el inmueble tiene que estar impecable. Un repaso antes de que llegue la visita es imprescindible.


Todos los tips que os hemos dejado, con paciencia y horas de dedicación se pueden hacer, pero si no contáis ni con el tiempo ni con las ganas necesarias, siempre podéis contar con un profesional que lo haga por vosotros. Si el caso es este último os dejamos el link a nuestra página, donde, aparte de poneros en contacto con nosotras, podéis ver algunos de los trabajos que hemos realizado en este campo:









lunes, 19 de junio de 2017

GureConsejo: Energías renovables II


Hace un par de meses os hablábamos de las energías renovables y de cómo la sociedad está cada vez más concienciada del impacto que causa en el medio ambiente. No solo estamos cambiando nuestras actividades, sino también la forma de hacer arquitectura, apostando cada vez más por sistemas renovables donde encontrar un mayor aprovechamiento a los recursos de los que disponemos.

Una de las energías renovables a la que más acostumbrados estamos es la energía solar. Sin embargo, existen otros sistemas que poco a poco también se van implantando, como son la biomasa y la geotermia, y que conociendo lo que pueden aportar pueden resultar una muy buena elección. 

BIOMASA

Aspectos a tener en cuenta
La biomasa es un tipo de energía procedente del aprovechamiento de la materia orgánica como fuente de energía, que generalmente se obtiene de las sustancias que constituyen los seres vivos o sus restos. Puede utilizar como materia prima desde deshechos de agricultura (cáscaras de frutos secos, restos de poda, huesos de aceituna…) hasta restos de madera, como pellets o serrín.

Por ello, el factor más importante a tener en cuenta es la disponibilidad de dicha materia prima, que sea accesible para facilitar su transporte, así como la necesidad de contar con un espacio para el almacenamiento de la misma.

Ventajas e inconvenientes
Ventajas:
  • Es una energía más barata y renovable.
  • Produce muchas menos emisiones por su forma de combustión.
  • La materia prima es abundante.
  • Contribuye al reciclaje de residuos agrícolas o al mantenimiento de los bosques, ayudando en la prevención de incendios.
Inconvenientes:
  • Tiene un poder calorífico inferior, por lo que se necesita mayor cantidad para obtener la misma cantidad de energía.
  • Es más difícil de integrar en la vivienda ya que ha de situarse en un local habilitado para ello y con espacio suficiente para el almacenamiento de los pellets.

Amortización
Con un buen mantenimiento, este tipo de instalaciones suele tener una durabilidad de entre 20 y 25 años como mínimo.

La amortización depende de diferentes factores, pero en la mayoría de los casos se puede amortizar en un periodo de entre 5 y 8 años aproximadamente.


GEOTERMIA

Aspectos a tener en cuenta
La geotermia se obtiene aprovechando el calor que existe en el interior de la Tierra, basándose en el funcionamiento de una bomba de calor que no produce calor, sino que solo lo transporta. Se usa el subsuelo como captación de energía, aprovechando la estabilidad de temperaturas en el terreno a partir de cierta profundidad.

Hay que tener en cuenta que, debido a las perforaciones que hay que realizar para poder colocar las sondas de captación, este tipo de instalaciones requieren de un estudio previo.

Ventajas e inconvenientes
Ventajas:
  • Es un sistema de gran ahorro económico y energético.
  • No genera ruidos.
  • Los residuos que produce son mínimos, con muy poco impacto medioambiental.
  • Los recursos son prácticamente inagotables.
Inconvenientes:
  • No se puede transportar.
  • Su instalación tiene que estar prevista desde la fase de proyecto, ya que es muy complicado implantar este sistema en edificaciones ya construidas.
  • Es una energía relativamente nueva, por lo que aún está poco aprovechada.

Amortización
El coste de este tipo de instalaciones puede ser 2,5 veces superior a una instalación convencional de gas, debido en su mayor parte al elevado coste de las perforaciones.

La amortización se puede dar en un periodo de entre 6 y 11 años aproximadamente.


Tanto estos sistemas de energía como el resto, sobre los que hablaremos en próximas entradas, están hechos para mejorar la calidad de las edificaciones, utilizando energías renovables sin sacrificar el confort. Es responsabilidad nuestra apostar por ellos y por el medio ambiente.

jueves, 4 de mayo de 2017

Gureconsejo: Huertos Urbanos


 
Se acerca el buen tiempo y los balcones y terrazas van cogiendo protagonismo en nuestros hogares. Una de las formas útiles de las que podemos dar uso a nuestros espacios exteriores es habilitándolos como huertos, donde vamos a poder cultivar un sinfín de plantas, que van a ir directas a nuestros platos.
En este post vamos a dar unas pautas rápidas y sencillas con las que podemos empezar a dar forma a nuestro huerto, siempre teniendo en cuenta nuestra experiencia y mano con las plantas.
 
1.    Situación
 
Lo más importante para situar nuestro huerto es tener en cuenta la cantidad de luz de la que dispondrá, por lo que es muy interesante ver el soleamiento de nuestras terrazas, tratando de aportar una exposición continua al sol. Sabemos que la orientación de cada vivienda nos limita en este aspecto, por lo que vamos a tratar de asegurarnos de que el espacio en el que hemos situado nuestro huerto recibe entre 5-6 horas de luz solar al día. Si tenemos la suerte de contar con una orientación SUR o SUROESTE lo tenemos hecho, pero si no es así tenemos que plantearnos seriamente el tipo de plantas o semillas que vamos a cultivar, eligiendo plantas que se puedan cultivar con menos horas de luz, entre ellas las verduras de hoja ancha como las lechugas, acelgas... y muchas plantas aromáticas.
 
Si disponemos de una ubicación en la que la luz es más justa, el pintar las paredes de blanco, va a hacer que haya más luminosidad.
Otro punto a tener en cuenta a la hora de ubicar las plantas es el agua, hay que tratar de tener un grifo lo más cerca posible. Somos conscientes de que es complicado tener una toma de agua en el balcón o terraza, por lo que ubicar nuestra cosecha cerca de la cocina es una de las mejores opciones, ya que contaríamos con un acceso directo para el agua, muchas veces solventable con una manguera alargadora, y a la hora de recoger los frutos de nuestro huerto vamos a pasar de ser km0 a m0.
 
2.    Elementos portantes
 
Ya hemos decidido en qué lugar de la casa vamos a situar nuestro huerto, ahora nos queda decidir el cómo, y esta decisión va a estar, principalmente, a merced del tamaño del balcón.
Si tenemos  poquito espacio, vamos a tener que optar por maceteros convencionales o sacos de rafia, si conseguimos que tengan una profundidad de 30cm sería perfecto. Si este es nuestro caso, tenemos que tener muy en cuenta las necesidades de tierra que tiene cada planta, por ejemplo, las plantas aromáticas necesitan menos tierra que el resto de plantas.
SI tenemos más espacio, podemos optar por mesas de cultivo con patas, que podemos encontrarlas en diferentes superficies comerciales o, si somos más manitas, podemos hacerlas nosotros mismos con pallets de madera.
 
Como consejo os diríamos que tratarais de colocar los maceteros y mesas a una altura en la que os sea cómodo trabajar, de manera que la postura no nos cause lesiones o haga que se resientan las que ya tenemos.
 
Cuando el espacio es muy reducido también podemos optar por hacer jardines verticales, de manera que aprovechamos toda la superficie del balcón a la vez que damos un toque estético muy interesante.
3.    Tratamiento de la tierra.
 
En función de las especies que queramos plantar vamos a tener necesidades diferentes, ya que el mismo ph de la tierra puede que sea el correcto para unos cultivos pero no para otros, así que os dejamos  el link a esta página para que podáis comprobar el tipo de tierra que más le conviene a la planta que queréis cultivar o qué planta podéis cultivar en función del tipo de tierra con el que contáis:
 
 
4.    Espacio entre las plantas.
 
Como ya hemos mencionado a la hora de seleccionar el lugar en donde vamos a situar nuestro huerto, hay plantas que necesitan menos horas de sol, incluso prefieren la semisombra, para crecer. Es por ello que tenemos que poner en primera fila las plantas que más luz necesitan, de manera que sean éstas las que más horas de sol reciban, y al mismo tiempo den sombra a las plantas que no se llevan tan bien con Lorenzo. Otra opción es la de escalonar los tiestos de forma que todas reciban luz por igual.
A la hora de plantar siempre hay que tener en cuenta las distancias mínimas que van a necesitar entre ellas para no obstaculizarse unas a otras, ya sea por el sol, necesidad de agua o por los nutrientes de la tierra. Para ello es muy importante informarse, preguntar, investigar... porque como hemos dicho antes, cada planta tiene sus necesidades.
Este sería un buen ejemplo de un huerto de verano:

 
5.    Riego.
 
Ya hemos colocado nuestras macetas/mesa cerca de una toma de agua, de forma que regar nos resulte más fácil. Otra opción puede ser la de instalar un pequeño depósito de agua que se pueda programar y al que se le puedan acoplar mangueras con goteros.
Las plantas que están en macetas necesitan más agua que las que están en la tierra, por lo que vamos a tener que prestar mucha atención a que la tierra cuente con la humedad adecuada para el tipo de cultivo que estemos llevando a cabo. Como norma general se regará una vez al día, pero hay que tener en cuenta que las necesidades de agua varían en función de la temperatura y humedad ambiente, por lo que vamos a tener que estar muy atentos.
 
En general podemos diferenciar entre dos tipos de riego:
- Riego manual. Si el huerto es pequeño puedes utilizar una regadera de florón, que arroja una lluvia suave y fina, o bien una manguera con pistola.
- Riego automático. Si tu idea es instalar varios recipientes y quieres ahorrarte la tarea de regar, lo mejor es instalar un sistema de riego automático por goteo, controlado con un programador.

 
Además de lo que hemos comentado previamente, tener un pequeño huerto en casa, aunque sólo sea con hierbas aromáticas no sólo es económico y favorece al medio ambiente, sino que puede ser una actividad muy educativa para los más pequeños, de manera que ellos también puedan colaborar y ver que si cuidamos, mimamos y regamos las plantas crecerán para darnos su hoja o fruto.
 
 
 

jueves, 6 de abril de 2017

GureConsejo: Energías renovables I


Hoy en día, la sociedad está tomando cada vez más conciencia del impacto que causan nuestras actividades en la naturaleza y en el medio ambiente, y con ello se está buscando un mejor aprovechamiento de los recursos que la Tierra nos ofrece. En la arquitectura está pasando lo mismo. La construcción es uno de los mayores consumidores de recursos energéticos y naturales que hay, y por tanto, hay que saber hacer un buen uso de ello.

Cada vez escuchamos más hablar de la palabra “sostenible”, pero ¿qué es la sostenibilidad en la construcción? La sostenibilidad busca alcanzar un equilibrio entre nuestro confort y comodidad, el respeto al medio ambiente, la eficiencia y un ahorro económico. Esto implica que todos los factores involucrados en el proceso constructivo, desde el diseño hasta los materiales e instalaciones, se vean implicados.

En el post de hoy, comenzaremos a hablar de las energías renovables aplicadas a la arquitectura, en concreto de la energía solar, que junto con la aerotermia, biomasa y geotermia es uno de los sistemas más conocidos.

Aspectos a tener en cuenta

La energía solar, gratuita y prácticamente inagotable se puede utilizar de dos modos, con el fin de dar uso a diferentes funciones: 
  1. Energía solar térmica: los paneles solares calientan el agua y sirven de apoyo a los sistemas de calefacción y agua caliente sanitaria.
  2. Energía solar fotovoltaica: la energía captada por los paneles fotovoltaicos se transforma en electricidad, para ser consumida de forma inmediata o almacenarla en baterías.
Para un correcto funcionamiento del sistema, y sobre todo, un mayor aprovechamiento, habrá que tener en cuenta algunos aspectos:
  • Orientación: es importante que los paneles se encuentren orientados de forma que aprovechen el mayor número de horas de sol diarias posibles. Teniendo en cuenta que vivimos en el hemisferio Norte, la mejor orientación será hacia el Sur.
  • Inclinación: sabemos que los rayos solares no inciden igual en invierno que en verano, por lo que lo ideal sería tener una inclinación para invierno y otra diferente para verano.
  • Sombra: tenemos la orientación y la inclinación ideales para captar todo el sol posible, pero frente a nosotros existe algún elemento que proyecta sombra en nuestros paneles...Error! Deberemos contar con el resto de construcciones, árboles, etc. que pueda haber alrededor, porque son un factor importante a considerar.

Ventajas e inconvenientes

Ventajas:
  • Es una energía renovable, inagotable y limpia.
  • Su montaje es rápido.
  • Debido a las latitudes con que contamos, disponemos de un alto número de horas de sol al año, lo que hace que el rendimiento de la instalación sea mayor.
  • Es un sistema con una larga vida útil, así que si se diseña y construye de forma adecuada, al no tener un coste muy elevado, es una instalación muy viable.
Inconvenientes:
  • El sol no es una fuente constante de energía, sino variable, por lo que su rendimiento tampoco lo será.
  • Se debe llevar a cabo un mantenimiento continuo, limpiando los paneles periódicamente, ya que un mal mantenimiento reducirá el rendimiento de éstos.

Amortización

Si se realiza un correcto diseño y cálculo de la instalación, así como un correcto montaje, la instalación de este tipo de sistemas suele tener una vida útil (en buenas condiciones) superior a los 20 o 25 años. Para que esto suceda es imprescindible llevar a cabo un buen mantenimiento, ya que si no es así su rendimiento bajará con el paso del tiempo.


Teniendo en cuenta los costes de este tipo de sistemas (van disminuyendo conforme la tecnología está más desarrollada) y las subvenciones que en ocasiones se ofrecen, pueden quedar amortizados antes de los 10 años, fijándonos en su durabilidad merece la pena.


Tanto los sistemas de energía solar como el resto, sobre los que hablaremos en próximas entradas, están hechos para mejorar la calidad de las edificaciones, utilizando energías renovables sin sacrificar el confort. Es responsabilidad nuestra apostar por ellos y por el medio ambiente.

miércoles, 8 de marzo de 2017


FACHADAS Y AHORRO ENERGÉTICO

Últimamente nos llegan muchas consultas sobre el ahorro energético y que es lo que esto significa de cara a una  comunidad que se está planteando el acometer una obra en una fachada.

Para ello nos parece muy interesante ponernos en situación y hacer un pequeño análisis del parque inmobiliario con el que contamos y cómo y cuándo se han construido. Vamos a tratar de no abarcar en exceso y nos vamos a limitar al parque inmobiliario de Bizkaia, teniendo en cuenta que los porcentajes no variarán mucho respecto a otras provincias.
 
 
Como conclusión podemos decir que, teniendo en cuenta que el poner aislante en las fachadas de las viviendas es obligatorio desde 1979, los aislantes y la cantidad de aislante exigida ha ido variando a lo largo de los años, de manera que el aislante que se instaló en los 90 no cumple con los mínimos de aislamiento exigidos hoy en día, con la entrada en vigor del Real Decreto 314/2006, del 17 de marzo, por el que se aprueba el Código Técnico de la edificación (CTE).
 
Os vamos a dejar 4 consejos, de menor a mayor grado de intervención por si os estáis planteando mejorar energéticamente vuestra vivienda o edificio:
 
 
 
1.    Sustitución de carpinterías y vidrios
Hoy en día existen carpinterías con rotura de puente térmico y sistemas de doble acristalamiento, como el Climalit, vidrios de baja emisividad... que reducen mucho las pérdidas/entradas de calor en los inmuebles. Por otra parte, el aislar las cajas de persianas suele ser muy efectivo, ya que es un punto en el que el exterior y el interior están en contacto directo. La permeabilidad de las ventanas es otro factor a tener en cuenta, que nos viene dado en función de la zona climática en la que nos encontremos. 
 
        2.    Aislar puentes térmicos
 Los puentes térmicos se producen dónde la fachada se interrumpe, o algunos de los componentes de la misma, y se pierde la inercia térmica, es decir, que el frío encuentra una autopista para colarse en nuestra vivienda.
 
Para evitar estos puntos fríos, lo que se hace normalmente, es reforzar el aislamiento en los encuentros con la estructura (pilares y forjados), cajas de persianas, y las hornacinas que se hacían antiguamente para poner los radiadores con lo que se reducía el espesor de la fachada.
Lo idóneo es colocar el aislamiento por el exterior de donde tenemos el puente térmico, pero suele ser técnicamente complicado hacerlo de forma individualizada.
 
3.    Protecciones solares
Este método está más enfocado a zonas en las que la demanda energética se dispara por la refrigeración, ya que estos sistemas, fijos o móviles, bloquean de manera parcial o total el paso de radiación solar al interior de los edificios.
Aunque la bajada de la demanda energética se aprecie en las épocas de calor, el estudio para su colocación es muy importante, ya que no se puede restringir la entrada de sol en invierno, momento en el que la entrada de radiación solar es positiva. Es por ello que se debe estudiar muy bien la orientación del hueco, geometría, municipio en el que nos encontramos y las horas de sol que se le atribuyen a éste.
En resumen, debe de ser un dispositivo que limite la entrada de la radiación solar en los meses de calor que a su vez permita que ésta entre en los meses de frío.
 
4.    Mejora de aislamiento térmico de la fachada.
Esta medida está orientada principalmente a reducir las pérdidas energéticas en invierno. El ahorro energético derivado de la implantación de esta medida es mayor en climas fríos y en orientaciones en las que la fachada está menos expuesta al sol, como son las orientaciones norte, este y oeste, por este orden; y en fachadas expuestas al viento dominante.
En general esta solución es más efectiva en edificios residenciales que en los no residenciales.
Y su implementación consiste en la incorporación de aislamiento, lo vamos a dividir en 4 grupos:
4.1. SATE-ETICS
En este sistema lo que se hace es instalar por el exterior de la fachada un aislamiento protegido por un mortero. El aislante se fija con adhesivos o mecánicamente. Se puede utilizar en rehabilitación o en nueva construcción. mediante este sistema se eliminan los puentes térmicos, se mejora la estética de la fachada y se mejora la estética de la fachada. La instalación de este tipo de sistema tiene un coste medio.
4.2. FACHADA VENTILADA
La fachada ventilada está formada por un aislamiento rígido o semirrígido fijado a la fachada existente, y por el exterior se coloca una hoja de protección dándole el acabado que deseemos, separada del aislamiento, formando una cámara de aire que trabaja por convección. Para fijar la hoja de protección al soporte hay que diseñar una  subestructura. Este tipo de sistemas suele tener un coste más elevado.
 
4.3. INYECCIÓN DE CÁMARAS
Se suele optar por este sitema cuando el poner el aislamiento por el exterior no es posible, siempre que la tengamos y se pueda acceder a ella. Generalmente se inyecta espuma de poliuretano o lana mineral insuflada.
Mediante este tipo de intervenciones se aporta rigidez a la fachada, mediante un sistema más económico con un mantenimiento mínimo.
4.4. DESDE EL INTERIOR
Consiste en aplicar el aislamiento desde el interior. normalmente se utiiza cuando el exterior del edificio no se puede alterar, caso de edificios históricos, o cuando se está llevando a cabo una rehabilitación interior y se aprovecha para aislar.
Normalmente se utiliza poliestireno expandido lanas minerales con revestimiento de placa de yeso. Lo bueno de este sistema es que no precisa de mantenimiento ni de sistemas de andamiaje ue invaden la vía pública para su instalación.
 
 
 Ya sabéis que si tenéis cualquier duda estaremos encantadas de atenderos.
 
 
 
 
 
 

lunes, 16 de enero de 2017

GureConsejo: ¿En qué te puede ayudar un arquitecto?


La arquitectura en la última década ha sufrido muchos cambios, y de ahí que los arquitectos que por naturaleza somos muy adaptables y curiosos, nos hemos ido adecuando a la situación y recuperando el terreno que habíamos perdido. Muchas veces, incluso en nuestro entorno, nos encontramos con esta frase: ¨Ah, ¿pero vosotros también hacéis esto?¨.

En este post vamos a intentar explicar de forma resumida lo que un arquitecto hace y los valores añadidos que supone contar con uno, ya que nuestra labor va más allá de lo que la RAE define como arquitecto.

Lo primero que nos gustaría decir es que la arquitectura no es solamente construcción y que para construir hay fases previas en las que el papel de un arquitecto es imprescindible. Por lo tanto, en proyectos de edificación y direcciones de obra, que puede ser nuestro trabajo más evidente, no nos limitamos a hacer edificios, sino que también actuamos en edificaciones que existen: reformas interiores tanto de viviendas como de locales, informes técnicos para rehabilitaciones de elementos constructivos (fachadas, cubiertas,etc.), interiorismo…

Podemos decir que lo que hemos descrito en el párrafo anterior son fases de entrar en el barro, es decir, de construcción, pero antes de llegar a esto, hay pasos en los que la ayuda de un arquitecto puede ser muy clarificadora y beneficiosa. Por ejemplo, si estamos pensando en comprar una vivienda, el asesoramiento de un arquitecto nos puede dar razones objetivas en las que basarnos para decantarnos por un inmueble u otro.

Una vez estamos en obra o a punto de comenzarla, un arquitecto nos puede asesorar en los siguientes aspectos: obtención de permisos, contratación de gremios y comparativa de los presupuestos, dirección de obra (en algunos municipios si se va a intervenir en un edificio con estructura de madera suelen pedir que haya un director de obra), infografías que ayudan a visualizar los espacios, cálculos de estructuras e instalaciones...

Dada la situación actual, en la que la obra nueva es muy escasa y el parque inmobiliario ya cuenta con antigüedad, la labor del arquitecto en su mantenimiento puede ser muy interesante y beneficiar a los propietarios del edificio ahorrando tiempo y dinero. Nuestra labor puede ir desde el asesoramiento para el buen mantenimiento y funcionamiento del edificio, donde la figura de la ITE/IEE cobra importancia, hasta a redactar certificados energéticos, que nos va a dar las claves para poder hacer que nuestro edificio o vivienda se energéticamente más eficiente y plantearnos cómo invertir en mejoras que nos hagan ahorrar energía.

Dentro de las tareas más ligadas a la construcción podemos encontrar algunos trabajos que la gente ni siquiera se plantea hasta que le exigen alguno para seguir adelante con procesos en los que los inmuebles son el objeto de estudio, venta o reparación, tales como tasaciones, informes, dictámenes, peritaciones, en las que la labor del arquitecto es la de aportar información objetiva sobre un problema, solución o valor , y conseguir que diferentes agentes implicados puedan llegar a un acuerdo, o a falta del mismo, imponer la solución más idónea, teniendo en cuenta factores constructivos, urbanísticos, económicos, estéticos y técnicos.

Después de describir unas de las funciones más comunes de nuestra profesión vamos a hablar de otras menos conocidas y, tal y como hemos dicho antes, por los cambios sociales y económicos que se han dado en las últimas décadas, nos hemos sabido hacer un hueco y responder a las necesidades que se nos han ido planteando:
  • Asesoramiento a comunidades
  • Diseño de escenografías y entornos artísticos
  • Amueblado y ambientación de edificios y locales
  • Arquitectura efímera, Pop-up stores, stands…

Así que como veis, los arquitectos no solo hacemos casas, si no que nos dedicamos a muchísimas cosas más. Por ello, si en cualquier momento os veis en la necesidad de contar con la figura de un arquitecto, no lo dudéis y contactar con uno de confianza. Desde GureEra Arkitektura estaremos encantadas de trabajar con vosotros.