Hoy en día, la sociedad está
tomando cada vez más conciencia del impacto que causan nuestras actividades en
la naturaleza y en el medio ambiente, y con ello se está buscando un mejor
aprovechamiento de los recursos que la Tierra nos ofrece. En la arquitectura
está pasando lo mismo. La construcción es uno de los mayores consumidores de
recursos energéticos y naturales que hay, y por tanto, hay que saber hacer un
buen uso de ello.
Cada vez escuchamos más hablar de
la palabra “sostenible”, pero ¿qué es la sostenibilidad en la construcción? La
sostenibilidad busca alcanzar un equilibrio entre nuestro confort y comodidad,
el respeto al medio ambiente, la eficiencia y un ahorro económico. Esto implica
que todos los factores involucrados en el proceso constructivo, desde el diseño
hasta los materiales e instalaciones, se vean implicados.
En el post de hoy, comenzaremos a
hablar de las energías renovables aplicadas a la arquitectura, en concreto de
la energía solar, que junto con la aerotermia, biomasa y geotermia es uno de
los sistemas más conocidos.
Aspectos a tener en cuenta
La energía solar, gratuita y
prácticamente inagotable se puede utilizar de dos modos, con el fin de dar uso
a diferentes funciones:
- Energía solar térmica: los paneles solares calientan el agua y sirven de apoyo a los sistemas de calefacción y agua caliente sanitaria.
- Energía solar fotovoltaica: la energía captada por los paneles fotovoltaicos se transforma en electricidad, para ser consumida de forma inmediata o almacenarla en baterías.
Para un correcto funcionamiento
del sistema, y sobre todo, un mayor aprovechamiento, habrá que tener en cuenta algunos
aspectos:
- Orientación: es importante que los paneles se encuentren orientados de forma que aprovechen el mayor número de horas de sol diarias posibles. Teniendo en cuenta que vivimos en el hemisferio Norte, la mejor orientación será hacia el Sur.
- Inclinación: sabemos que los rayos solares no inciden igual en invierno que en verano, por lo que lo ideal sería tener una inclinación para invierno y otra diferente para verano.
- Sombra: tenemos la orientación y la inclinación ideales para captar todo el sol posible, pero frente a nosotros existe algún elemento que proyecta sombra en nuestros paneles...Error! Deberemos contar con el resto de construcciones, árboles, etc. que pueda haber alrededor, porque son un factor importante a considerar.
Ventajas e inconvenientes
Ventajas:
- Es una energía renovable, inagotable y limpia.
- Su montaje es rápido.
- Debido a las latitudes con que contamos, disponemos de un alto número de horas de sol al año, lo que hace que el rendimiento de la instalación sea mayor.
- Es un sistema con una larga vida útil, así que si se diseña y construye de forma adecuada, al no tener un coste muy elevado, es una instalación muy viable.
Inconvenientes:
- El sol no es una fuente constante de energía, sino variable, por lo que su rendimiento tampoco lo será.
- Se debe llevar a cabo un mantenimiento continuo, limpiando los paneles periódicamente, ya que un mal mantenimiento reducirá el rendimiento de éstos.
Amortización
Si se realiza un correcto diseño
y cálculo de la instalación, así como un correcto montaje, la instalación de
este tipo de sistemas suele tener una vida útil (en buenas condiciones)
superior a los 20 o 25 años. Para que esto suceda es imprescindible llevar a
cabo un buen mantenimiento, ya que si no es así su rendimiento bajará con el
paso del tiempo.
Teniendo en cuenta los costes de este tipo de sistemas
(van disminuyendo conforme la tecnología está más desarrollada) y las
subvenciones que en ocasiones se ofrecen, pueden quedar amortizados antes de
los 10 años, fijándonos en su durabilidad merece la pena.
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