viernes, 4 de diciembre de 2015

GureConsejo: "Como ahorra en calefacción"

Aunque este otoño haya sido muy templado, por no decir caluroso, con la llegada de diciembre también parece que va a llegar la lluvia y el frío, y con ello empezamos a poner la calefacción. El resultado de poner esta instalación en marcha es que nuestras facturas empiezan a subir, y la calefacción suele suponer hasta un 50% de la factura energética. En este GureConsejo presentamos unas medidas, trucos y consejos para que el susto no sea tan grande. Vamos a repasar todos los aspectos que influyen para hacer nuestra instalación más eficiente.

1. Pequeños detalles. Lo primero que tenemos que tener en cuenta son nuestros  hábitos o pequeños detalles dentro de nuestra vivienda que pueden hacer que el confort térmico sea más alto.  

a. Aprovechamiento de la luz solar. El método más antiguo y que siempre hemos tenido para calentarnos ha sido el sol. Es una fuente de calor gratuita que si se sabe aprovechar conseguiremos bajar la demanda energética de nuestra vivienda. De la misma forma que tenemos que estar a la caza del rayo de sol durante el día, tenemos que aprender a cerrar persianas y cortinas en el momento que el astro rey nos abandona. Las ventanas son, a la vez, una fuente de calor durante el día y un punto de fuga de calor durante la noche, por lo que hacer uso de ellas y de los mecanismos de defensa que éstas tienen de forma correcta puede bajar nuestra factura.

b.   Un elemento que normalmente pasamos por alto y solo lo consideramos como decorativo son las cortinas que también cumplen una función térmica, haciendo que entre éstas y las ventanas se cree una cámara de aire que hace de colchón para que la pérdida de calor no sea tan brusca. Dependiendo del material que se use para elaborar las cortinas este efecto puede ser más evidente. Hoy en día existen en el mercado cortinas especiales que aíslan de forma muy eficiente.

Otro punto importante es la ventilación, dejar las ventanas abiertas mientras la calefacción está puesta obviamente hace que se pierda mucho calor, pero ventilar la vivienda es como respirar para nosotros: NECESARIO. Por lo tanto cuando se vaya a ventilar tenemos que tener en cuenta que con 10 minutos es suficiente.

c. No cubrir los radiadores. ¿Cuántas veces hemos oído esta recomendación?  Por una parte los fabricantes nos lo recuerdan por medio de todas las pegatinas, libros de instrucciones... Pero aún así y teniendo en cuenta el clima en el que vivimos suele ser muy habitual encontrar prendas que necesitamos de forma más inmediata sobre los mismos.

El hecho de cubrirlos no solo dificulta la salida del calor de los radiadores o estufas, sino que por ser prendas que están húmedas, cuando no están mojadas, hacen que el material de los emisores de calor se deteriore. 

d.  ¿Qué ropa llevamos en casa? Lógicamente no vamos a ir con el plumífero puesto en casa, pero tampoco podemos pretender estar en camiseta de tirantes dentro de casa durante el periodo de más frío, esto hace que la demanda de calor sea mayor y por lo tanto la demanda energética también, haciendo que las facturas suban como la espuma.

Es un hecho que la sensación térmica que tenemos las mujeres y los hombres es diferente por lo que llegar a un entendimiento entre quien se pone el jersey o se lo quita puede evitar picos de consumo.  

e.    Uso de la habitación. Dentro de nuestra casa siempre hay habitaciones que se usan menos, incluso dicen que existe gente que tiene habitaciones que no necesita utilizar. En estos casos lo más recomendable es cerrar la puerta de esas habitaciones y apagar los radiadores que están dentro. Con esto conseguimos disminuir el volumen que hay que calefactar, por una parte, y por otra no calentar una habitación en la que nadie va a exigir un nivel de confort. Justo en el extremo opuesto estarían las habitaciones en las que pasamos más tiempo o nos juntamos más personas, como pueden ser la cocina o el salón, para estos espacios tenemos que tener en cuenta que las personas desprendemos calor, por lo que cuando nos vayamos a juntar varías personas puede ser interesante bajar uno o dos grados el termostato. Otro factor a tener en cuenta son los aparatos o electrodomésticos que tenemos instalados en esa habitación, todos sabemos que la cocina, plancha, horno u ordenadores son una fuente de calor muy potente. 

f.    Distribuciones eficientes. Que bonito es mirar por la ventana mientras llueve y nosotros estamos dentro calentitos... pero después de 5 minutos mirando por la ventana un escalofrío recorre nuestro cuerpo y nos movemos a una zona más cálida de la casa. Con este sencillo ejemplo vemos que depende donde situemos el mobiliario la sensación térmica varía, por ello un buen consejo es alejar sofás, sillones, sillas y camas de las ventanas.

Otros elementos que nos pueden ayudar a tener una sensación térmica más agradable son las alfombras, aparte de aislar el suelo térmicamente la sensación cálida que nos dan al tacto ayudan mucho para encontrarnos más a gusto. 

2. Las instalaciones.  Son la fuente de calor, hay muchas variantes y variables, pero al fin y al cabo un buen mantenimiento y cuidado pueden mejorar el rendimiento, haciéndolas más efectivas y consecuentemente bajando el consumo. Os dejamos 4 consejos básicos para controlar el consumo.

a.     Termostato. La instalación de un termostato puede ser muy útil, no sólo a la hora de regular la temperatura de una habitación, sino que también nos puede ayudar a adecuar el encendido y apagado de la calefacción a nuestros horarios. Gracias al termostato podemos mantener una temperatura mínima constante, entre 15 y 17 grados, y hacer que no haya picos de demanda. Nuestra recomendación es tener la calefacción entre 19 y 21 grados durante el tiempo que estamos en casa y mantenerla al mínimo durante el resto del tiempo. 

b.   Mantenimiento. Que pereza nos da todos los años purgar los radiadores... pero este gesto tan simple hace que las burbujas de aire que hay dentro del sistema salgan y el líquido de los radiadores fluya mejor y así se distribuye mejor el calor.

Si el sistema de calefacción que tenemos es de aire, es más que recomendable limpiar bien todas las rejillas antes de poner en marcha el sistema, y si lleva mucho tiempo apagado la limpieza de los conductos es recomendable. De esta forma todas las impurezas que se hayan podido depositar se eliminan y el aire fluye sin nada que le oponga resistencia.

El rendimiento de la caldera es un factor que hay que tener en cuenta cuando el sistema de calefacción es individual, hay que ver en qué condiciones está, esto es un dato que nos da la revisión anual de la caldera, de forma que podemos evaluar si es la hora de cambiarla, ya que lo que vamos a invertir en una nueva puede suponer el ahorro que hagamos en energía en tan solo un año!

c.     Reflectores de calor.  Tras un informe publicado por la OCU se apunta a que el ahorro con estos elementos puede ser de entre un 10 y un 20%, aun así hay que tener en cuenta que hay diferentes opiniones en lo que a su utilización se refiere. Como consejo diríamos que se instalaran en los radiadores que dan a una fachada y que se intentara mantener la separación entre el radiador y la pared que marca el fabricante de radiadores.


d.   Nueva instalación. Como antes hemos comentado es muy importante saber cuál es el estado de nuestra instalación, ya que el rendimiento que estamos obteniendo de ella puede estar haciéndonos perder muchos vatios. Para esto es fundamental hacer un análisis de qué es lo que estamos obteniendo, muy importante tener en cuenta los datos que recibimos en la inspección de la instalación, y qué es lo que necesitamos. Más adelante hablaremos en otro GureConsejo sobre este tema, pero tenemos que considerar el tipo de energía que llega hasta nuestras casas, la instalación actual y la que queremos instalar y por último pero no menos importante cuál va a ser el emisor de calor que encaja con nuestras necesidades.

3.   Aislamiento. En este tercer apartado vamos a hablar de métodos para que nuestra vivienda esté mejor aislada, pero ojo, nunca debemos convertirla en un búnker térmico, ya que puede generar otro tipo de problemas, tanto de salud como para el edificio.

a.    ¿Por dónde se escapa el calor?Muchas veces al ponernos junto a una puerta o ventana notamos como se nos eriza el vello, esto se debe a que en esa puerta o ventana el aire se cuela por algún resquicio. Este tipo de pérdidas puede suponer hasta un 40% de las pérdidas de calor de la casa y para solucionarlo en la medida de lo posible con colocar unos BURLETES es suficiente. Se trata de unas pequeñas almohadillas que se colocan en el perímetro de la hoja de la puerta o la ventana.

b.   Sustitución de ventanas. Hoy en día la oferta de ventanas es muy amplia, incluso anualmente desde el Ente Vasco de la Energía, se abren plazos para inscribirse para la obtención de ayudas por la sustitución de ventanas. Como consejo os diríamos que si estáis pensando en llevar a cabo este tipo de mejora barajéis todas las opciones que hay en el mercado: madera, PVC, metálicas,... pero la rotura de puente térmico y el doble acristalamiento son un "must" para estos elementos.

c.     Aislamiento para la vivienda. El calor no sólo se escapa por las ventanas, los techos y las paredes también son elementos por los que se pierde calor. Para aislar los techos un procedimiento muy común suele ser bajarlos. Para las paredes suele ser un poco más complicado, ya que si sólo aislamos una vivienda dentro de un bloque tiene que ser desde el interior. Esto se limitaría a viviendas de segunda mano, ya que las de nueva construcción deberían de estar aisladas.

d.   Aislamiento para el edificio. Un edificio mal aislado necesita más energía para obtener el confort térmico. Si en la comunidad se está planteando hacer alguna reforma en la fachada o la cubierta ver las opciones que hay para aislarla es de gran interés, por una parte porque las subvenciones que se obtienen suelen ser mayores y por otra, aunque el gasto inicial sea mayor, el periodo de amortización de la inversión puede ser muy bueno.

La clave siempre está en saber cuáles son las necesidades que tenemos y el estado de nuestro inmueble y en función a ello tomar las decisiones que sean necesarias, teniendo en cuenta que un buen asesoramiento puede ser clave.