miércoles, 8 de marzo de 2017


FACHADAS Y AHORRO ENERGÉTICO

Últimamente nos llegan muchas consultas sobre el ahorro energético y que es lo que esto significa de cara a una  comunidad que se está planteando el acometer una obra en una fachada.

Para ello nos parece muy interesante ponernos en situación y hacer un pequeño análisis del parque inmobiliario con el que contamos y cómo y cuándo se han construido. Vamos a tratar de no abarcar en exceso y nos vamos a limitar al parque inmobiliario de Bizkaia, teniendo en cuenta que los porcentajes no variarán mucho respecto a otras provincias.
 
 
Como conclusión podemos decir que, teniendo en cuenta que el poner aislante en las fachadas de las viviendas es obligatorio desde 1979, los aislantes y la cantidad de aislante exigida ha ido variando a lo largo de los años, de manera que el aislante que se instaló en los 90 no cumple con los mínimos de aislamiento exigidos hoy en día, con la entrada en vigor del Real Decreto 314/2006, del 17 de marzo, por el que se aprueba el Código Técnico de la edificación (CTE).
 
Os vamos a dejar 4 consejos, de menor a mayor grado de intervención por si os estáis planteando mejorar energéticamente vuestra vivienda o edificio:
 
 
 
1.    Sustitución de carpinterías y vidrios
Hoy en día existen carpinterías con rotura de puente térmico y sistemas de doble acristalamiento, como el Climalit, vidrios de baja emisividad... que reducen mucho las pérdidas/entradas de calor en los inmuebles. Por otra parte, el aislar las cajas de persianas suele ser muy efectivo, ya que es un punto en el que el exterior y el interior están en contacto directo. La permeabilidad de las ventanas es otro factor a tener en cuenta, que nos viene dado en función de la zona climática en la que nos encontremos. 
 
        2.    Aislar puentes térmicos
 Los puentes térmicos se producen dónde la fachada se interrumpe, o algunos de los componentes de la misma, y se pierde la inercia térmica, es decir, que el frío encuentra una autopista para colarse en nuestra vivienda.
 
Para evitar estos puntos fríos, lo que se hace normalmente, es reforzar el aislamiento en los encuentros con la estructura (pilares y forjados), cajas de persianas, y las hornacinas que se hacían antiguamente para poner los radiadores con lo que se reducía el espesor de la fachada.
Lo idóneo es colocar el aislamiento por el exterior de donde tenemos el puente térmico, pero suele ser técnicamente complicado hacerlo de forma individualizada.
 
3.    Protecciones solares
Este método está más enfocado a zonas en las que la demanda energética se dispara por la refrigeración, ya que estos sistemas, fijos o móviles, bloquean de manera parcial o total el paso de radiación solar al interior de los edificios.
Aunque la bajada de la demanda energética se aprecie en las épocas de calor, el estudio para su colocación es muy importante, ya que no se puede restringir la entrada de sol en invierno, momento en el que la entrada de radiación solar es positiva. Es por ello que se debe estudiar muy bien la orientación del hueco, geometría, municipio en el que nos encontramos y las horas de sol que se le atribuyen a éste.
En resumen, debe de ser un dispositivo que limite la entrada de la radiación solar en los meses de calor que a su vez permita que ésta entre en los meses de frío.
 
4.    Mejora de aislamiento térmico de la fachada.
Esta medida está orientada principalmente a reducir las pérdidas energéticas en invierno. El ahorro energético derivado de la implantación de esta medida es mayor en climas fríos y en orientaciones en las que la fachada está menos expuesta al sol, como son las orientaciones norte, este y oeste, por este orden; y en fachadas expuestas al viento dominante.
En general esta solución es más efectiva en edificios residenciales que en los no residenciales.
Y su implementación consiste en la incorporación de aislamiento, lo vamos a dividir en 4 grupos:
4.1. SATE-ETICS
En este sistema lo que se hace es instalar por el exterior de la fachada un aislamiento protegido por un mortero. El aislante se fija con adhesivos o mecánicamente. Se puede utilizar en rehabilitación o en nueva construcción. mediante este sistema se eliminan los puentes térmicos, se mejora la estética de la fachada y se mejora la estética de la fachada. La instalación de este tipo de sistema tiene un coste medio.
4.2. FACHADA VENTILADA
La fachada ventilada está formada por un aislamiento rígido o semirrígido fijado a la fachada existente, y por el exterior se coloca una hoja de protección dándole el acabado que deseemos, separada del aislamiento, formando una cámara de aire que trabaja por convección. Para fijar la hoja de protección al soporte hay que diseñar una  subestructura. Este tipo de sistemas suele tener un coste más elevado.
 
4.3. INYECCIÓN DE CÁMARAS
Se suele optar por este sitema cuando el poner el aislamiento por el exterior no es posible, siempre que la tengamos y se pueda acceder a ella. Generalmente se inyecta espuma de poliuretano o lana mineral insuflada.
Mediante este tipo de intervenciones se aporta rigidez a la fachada, mediante un sistema más económico con un mantenimiento mínimo.
4.4. DESDE EL INTERIOR
Consiste en aplicar el aislamiento desde el interior. normalmente se utiiza cuando el exterior del edificio no se puede alterar, caso de edificios históricos, o cuando se está llevando a cabo una rehabilitación interior y se aprovecha para aislar.
Normalmente se utiliza poliestireno expandido lanas minerales con revestimiento de placa de yeso. Lo bueno de este sistema es que no precisa de mantenimiento ni de sistemas de andamiaje ue invaden la vía pública para su instalación.
 
 
 Ya sabéis que si tenéis cualquier duda estaremos encantadas de atenderos.
 
 
 
 
 
 

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