FACHADAS Y
AHORRO ENERGÉTICO
Últimamente
nos llegan muchas consultas sobre el ahorro energético y que es lo que esto
significa de cara a una comunidad que se
está planteando el acometer una obra en una fachada.
Para ello nos
parece muy interesante ponernos en situación y hacer un pequeño análisis del
parque inmobiliario con el que contamos y cómo y cuándo se han construido.
Vamos a tratar de no abarcar en exceso y nos vamos a limitar al parque
inmobiliario de Bizkaia, teniendo en cuenta que los porcentajes no variarán
mucho respecto a otras provincias.
Como conclusión podemos decir que, teniendo en cuenta que el poner aislante en las fachadas de las viviendas es obligatorio desde 1979, los aislantes y la cantidad de aislante exigida ha ido variando a lo largo de los años, de manera que el aislante que se instaló en los 90 no cumple con los mínimos de aislamiento exigidos hoy en día, con la entrada en vigor del Real Decreto 314/2006, del 17 de marzo, por el que se aprueba el Código Técnico de la edificación (CTE).
Os
vamos a dejar 4 consejos, de menor a mayor grado de intervención por si os
estáis planteando mejorar energéticamente vuestra vivienda o edificio:
1.
Sustitución
de carpinterías y vidrios
Hoy en día existen carpinterías con rotura de
puente térmico y sistemas de doble acristalamiento, como el Climalit, vidrios
de baja emisividad... que reducen mucho las pérdidas/entradas de calor en los
inmuebles. Por otra parte, el aislar las cajas de persianas suele ser muy
efectivo, ya que es un punto en el que el exterior y el interior están en
contacto directo. La permeabilidad de las ventanas es otro factor a tener en
cuenta, que nos viene dado en función de la zona climática en la que nos
encontremos.
2. Aislar puentes térmicos
Los puentes térmicos se producen dónde la fachada se interrumpe, o algunos de los componentes de la misma, y se pierde la inercia térmica, es decir, que el frío encuentra una autopista para colarse en nuestra vivienda.
Para evitar estos puntos fríos, lo que se hace
normalmente, es reforzar el aislamiento en los encuentros con la estructura
(pilares y forjados), cajas de persianas, y las hornacinas que se hacían
antiguamente para poner los radiadores con lo que se reducía el espesor de la fachada.
Lo idóneo es colocar el aislamiento por el exterior
de donde tenemos el puente térmico, pero suele ser técnicamente complicado
hacerlo de forma individualizada.
3.
Protecciones
solares
Este método está más enfocado a zonas en las que la
demanda energética se dispara por la refrigeración, ya que estos sistemas,
fijos o móviles, bloquean de manera parcial o total el paso de radiación solar
al interior de los edificios.
Aunque la bajada de la demanda energética se
aprecie en las épocas de calor, el estudio para su colocación es muy
importante, ya que no se puede restringir la entrada de sol en invierno,
momento en el que la entrada de radiación solar es positiva. Es por ello que se
debe estudiar muy bien la orientación del hueco, geometría, municipio en el que
nos encontramos y las horas de sol que se le atribuyen a éste.
En resumen, debe de ser un dispositivo que limite
la entrada de la radiación solar en los meses de calor que a su vez permita que
ésta entre en los meses de frío.
4.
Mejora
de aislamiento térmico de la fachada.
Esta medida está orientada principalmente a reducir las pérdidas energéticas en invierno. El ahorro energético derivado de la implantación de esta medida es mayor en climas fríos y en orientaciones en las que la fachada está menos expuesta al sol, como son las orientaciones norte, este y oeste, por este orden; y en fachadas expuestas al viento dominante.
En general esta solución es más efectiva en edificios residenciales que en los no residenciales.
Y su implementación consiste en la incorporación de
aislamiento, lo vamos a dividir en 4 grupos:
4.1.
SATE-ETICS
En este
sistema lo que se hace es instalar por el exterior de la fachada un aislamiento
protegido por un mortero. El aislante se fija con adhesivos o mecánicamente. Se
puede utilizar en rehabilitación o en nueva construcción. mediante este sistema
se eliminan los puentes térmicos, se mejora la estética de la fachada y se
mejora la estética de la fachada. La instalación de este tipo de sistema tiene
un coste medio.
4.2.
FACHADA VENTILADA
La fachada
ventilada está formada por un aislamiento rígido o semirrígido fijado a la
fachada existente, y por el exterior se coloca una hoja de protección dándole
el acabado que deseemos, separada del aislamiento, formando una cámara de aire
que trabaja por convección. Para fijar la hoja de protección al soporte hay que
diseñar una subestructura. Este tipo de
sistemas suele tener un coste más elevado.
4.3.
INYECCIÓN DE CÁMARAS
Se suele
optar por este sitema cuando el poner el aislamiento por el exterior no es
posible, siempre que la tengamos y se pueda acceder a ella. Generalmente se
inyecta espuma de poliuretano o lana mineral insuflada.
Mediante este
tipo de intervenciones se aporta rigidez a la fachada, mediante un sistema más
económico con un mantenimiento mínimo.
4.4.
DESDE EL INTERIOR
Consiste en
aplicar el aislamiento desde el interior. normalmente se utiiza cuando el
exterior del edificio no se puede alterar, caso de edificios históricos, o
cuando se está llevando a cabo una rehabilitación interior y se aprovecha para
aislar.
Normalmente
se utiliza poliestireno expandido lanas minerales con revestimiento de placa de
yeso. Lo bueno de este sistema es que no precisa de mantenimiento ni de
sistemas de andamiaje ue invaden la vía pública para su instalación.
Ya sabéis que si tenéis cualquier duda estaremos encantadas de atenderos.
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